Homenaje al Maestro que inmortalizó a Aranjuez. En el décimo aniversario de su muerte

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Publicado en Pinceladas de Historia
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Parece que lo estoy viviendo. Hace diez años el Maestro Rodrigo nos dejaba. Pasaba, si es que ya no lo estaba, a la historia, a la eternidad. Aquel día, triste para la humanidad, el Maestro era acompañado por todas las clases sociales y, en especial, por aquellos más humildes: el pueblo llano. Recuerdo al Alcalde de Aranjuez José María Cepeda dando la orden para que la Bandera Municipal, recién creada y por presentar a la sociedad ribereña en la Feria, le acompañase con todos los honores. Sabio y feliz acierto. Todos sin escatimar, pudimos dejar a través de unas simples y sencillas palabras, nuestro recuerdo escrito. Pasa por mi mente como un matrimonio anciano me solicitaba escribirles las palabras que ellos balbuceaban. Cuánta pena y alegría me ocasionó aquel hecho. Pena, por la tristeza que me embarga cuando siento a un mayor decirme que no sabe leer y escribir; y alegría, porque hasta las clases más humildes se sumaron a ese coro de ángeles que acompañaban a Rodrigo, el Maestro. Recuerdo, –en la hemeroteca está recogido–, como aún me quedé parco en mi apreciación del titular, Embajador del Real Sitio y Villa de Aranjuez. Hoy, mal que le pese a alguno, desde mis fuertes convicciones cristianas, sé que Rodrigo, junto a su amada Victoria, siguen siendo nuestra tarjeta de presentación universal. Hoy, en este pueblo, se recuerda al Maestro, que tanto prestigio dio a Aranjuez, de forma muy tacaña.
Desde hace años, vengo perseverando que no es éste el mejor homenaje que Aranjuez puede ofrecer al Maestro, porque lamentablemente lo hacemos pasando de puntillas, se equivocan una vez más. Unos actos puntuales en día tan señalado no es el mejor pago que se le debe dar a quien dio el todo por Aranjuez. No reitero, sino mantengo y ahora más firmemente que nunca, que para amar lo que es la idiosincrasia de un pueblo, –nuestro pueblo– debemos desde la más tierna infancia, convocar al menos, una semana en las aulas para que la participación de los escolares les llegue a impregnar la idea de Joaquín Rodrigo, de su obra universal. ¿No existe la idea del concurso qué es para ti un Rey? Tomemos esa idea, seamos generosos. No basta con volcarnos en él un solo día, quedan por delante trescientos sesenta y cuatro días más.

Publicado en el Semanario MÁS. 3 de julio de 2009 nº. 136, p. 8.

José Luis Lindo Martínez